Masaje ayurvédico, Kerala, India

Mi primer contacto con el Ayurveda fue en Kerala, salimos de Goa y después de pasar la noche en tren, un transbordo y un trayecto en barco llegamos a Cochín, ciudad de Kerala, un estado del sur de India. La ciudad es uno de los principales puertos del país, era un importante centro de la ruta de las especias en la costa del Mar Arábico, fue una colonia europea desde 1503.



El Ayurveda es «la ciencia de la vida» es una técnica milenaria que se ocupa de mantener la salud y ayudar a equilibrar el organismo con técnicas naturales. Esta ciencia se sirve de plantas medicinales, masajes, técnicas de desintoxicación y hábitos de alimentación para restablecer y mantener el equilibrio entre la mente y el cuerpo. Para realizar los tratamientos utilizan aceites, especias, hierbas medicinales, meditación, ayuno, etc.

La medicina ayurvédica se basa en la teoría de los cinco elementos del funcionamiento del universo: aire, fuego, agua, tierra y éter (espacio). Estos se manifiestan en el cuerpo como tres tipologías básicas, los cuales toman el nombre de doshas, y son: Pitta, Kapha y Vata. “Estos tres elementos gobiernan todas las funciones biológicas, psicológicas y patológicas”. Los doshas indican las características físicas y psíquicas de los seres humanos. Los Vata son delgados, tienen piel sensible, venas muy pronunciadas, mente activa y creativa. Los Pitta se caracterizan por su estatura media, cabello suave, intelecto discriminativo y tendencia a la irritabilidad. Mientras que los Kapha tienen un cuerpo bien desarrollado, tendencia al exceso de peso y un carácter pacífico. 

Existen combinaciones de doshas, pero siempre habrá uno que predomine. Además, dependen de la armonía que haya con el medio ambiente interno y externo, los cuales van a determinar la salud y enfermedad. “Esta medicina se basa en la existencia de una equivalencia entre el universo y la persona, así como la interrelación muy estrecha entre la mente y el cuerpo, considerando que cualquier experiencia positiva o negativa, en una de ellas, afecta a la otra» todo está relacionado.
En Ayurveda no hay personas enfermas, hay personas sanas que han perdido su armonía o equilibrio. Toda enfermedad trae una contraparte emocional y la medicina ayurvédica trata ambas. “Si mejora la mente, mejora el cuerpo y viceversa”.

En India tienen centros médicos que realizan curas de dos o tres semanas con las que te ayudan a depurar el organismo para mejorar la salud física y mental, una experiencia que en esta ocasión no probé y me quedé con las ganas desde que una señora me contó su experiencia, además me enseñó una fotografía suya antes del tratamiento, el cambio era asombroso, su piel estaba luminosa, sus bolsas y ojeras casi habían desaparecido y se encontraba más ágil, deshinchada y ligera. Estaba encantada!!

La medicina ayurvédica es una carrera universitaria y para aprender la parte de masajes y oleaciones me dijeron que debía quedarme allí mínimo un año.

La experiencia de belleza en este viaje consistió en un masaje ayurvédico. Llegamos a un centro ayurvédico en el que nos dieron un cuestionario con el que obtenían información sobre mi salud para escoger el tipo de aceite y de masaje con el que obtendría mejores resultados. Me hicieron pasar a una sala con una esterilla en el suelo, me dijeron que me quitase la ropa y me sentara allí. Para mí era un poco violento sentarme con las piernas cruzadas, desnuda, como vine al mundo, pero todo era con mucha naturalidad por lo que me adapté. Me fijé en una estantería en la que tenían unos recipientes, tipo fiambreras, en las que había un aceite que tenía especias y un color un poco turbio. Entraron tres mujeres, una de ellas empezó a aplicarme el aceite por la cabeza hacia la espalda y brazos, una vez extendió el producto empezó con fricciones descendentes desde la cabeza hacia el suelo, bajando por la espalda y de la cabeza hacia las manos que las tenía apoyadas en el suelo. La intensidad de las maniobras iba «in crescendo» en velocidad y fuerza. Después me tumbé boca arriba y las fricciones iban desde un pie a otro por la parte interna de las piernas, las chicas se iban turnando, la verdad es que debía ser muy cansado para ellas. Luego me dieron la vuelta y trabajaron la parte de atrás, era muy monótono y repetitivo, estuvieron unas dos horas conmigo, al terminar me dejaron unos minutos de reposo, recuerdo que sentía como una vibración interna imborrable. Una maravilla y una sensación extraña a la vez. Esa noche recuerdo dormir muy bien.

Es una experiencia que repetiría.

Publicado por carmenartero

Soy una apasionada de la belleza y de los viajes, mi intención es compartir mis experiencias de belleza en viajes, aportar algunas ideas para realzar nuestra belleza natural y técnicas de maquillaje. Llevo 28 años dedicados a la enseñanza de estética y maquillaje, compaginando con los viajes... mis dos pasiones.

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